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¿Cómo actuar cuando un niño se rompe un diente?

28-11-2012
Acudir a Urgencias al dentista es el primer paso, ya que aunque el diente sea de leche y no le duela, el traumatismo puede afectar al diente definitivo. 

Si el diente cambia de color y, al cabo de dos o tres días, se vuelve negro o tiene un color oscuro, es posible que el diente se haya muerto y nos enfrentemos a una necrosis pulpar. 

Es importante llevar cuando antes al niño al dentista para evitar que el tejido dental se pudra, y afecte al diente que viene detrás, es decir, al diente definitivo. Cuando se ha roto sólo un tercio o la rotura ha afectado sólo a uno de los piquitos del diente, se reconstruye fácilmente con composite, que es el material que se usa para hacer los empastes. 

Cuando la rotura afecta a la dentina, seguramente, requerirá un tratamiento de conductos o una endodoncia, siempre y cuando, la raíz del diente esté totalmente formada. Si no está formada del todo, se suele realizar una picoformación, que consiste en introducir un producto dentro de la raíz para acelerar su formación y, cuando ya está formada, se realiza el tratamiento de conductos. 

¿Y cuándo el diente sale despedido de la boca?

En este caso, una buena actuación a tiempo es fundamental para poder reimplantar el diente. Si los padres están con el niño y son ellos mismos los que pueden recoger el diente, conviene que se lo introduzcan en la boca y lo mantengan debajo de la lengua hasta llegar a Urgencias, porque la saliva realiza una acción protectora muy buena. Nunca se debe limpiar el diente con agua y jabón porque la pieza dental tiene su raíz recubierta por los ligamentos periodontales, que hay que evitar tocar para poder realizar la reimplantación.
 
Si el niño está en el colegio o al cuidado de otras personas conviene recoger el diente y meterlo en leche sin limpiarlo. Es importante llamar rápidamente a los papás o llevar al niño al centro de odontología más cercano para realizar una reimplantación. Este tipo de accidente es muy común, ya que un simple golpe puede hacer que un diente definitivo se salga de su sitio y se caiga literalmente al suelo. En este caso, el carácter de urgencia es extremo porque está comprobado que, a partir de la media hora o una hora como máximo, si ese diente no está reimplantado de nuevo en la boca, el grado de éxito se reduce considerablemente y se puede perder.
 
Fuente: ElTiempo.com