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Consejos para los padres sobre como disciplinar a los hijos

29-11-2012

 

El tema de la disciplina a los niños es de gran importancia, ya que  desde que están pequeños sus acciones necesitan ser reforzadas o bien corregidas, esto según lo que se espera como un buen comportamiento de parte de ellos. 

Es trascendental tener claro que por disciplinar, no se entiende el castigo físico o maltrato emocional o verbal; al contrario, la disciplina involucra firmeza, palabras, actos que incluyan respeto y resalten el cariño que se tiene hacia la persona y el deseo de su bienestar en general. 

Este proceso de fijar límites en el comportamiento y hacer respetarlos debe de darse de forma amorosa y consistente, para que no se convierta en un dolor de cabeza para padres, familiares y/o maestros. 

La disciplina es vital como un marco de referencia a límites, sin importar la edad o el área en que se quiera trabajar, puede ser disciplina en hábitos de limpieza, hasta horas de llegada y salidas de los más grandes. La disciplina, en sí, permite organización en la vida y anticipar las acciones ante ciertas situaciones. 

 

Algunos aspectos que se pueden considerar al disciplinar:


* Indique al niño, adolescente, lo que se espera de él, una conducta, una acción.

Felicite verbalmente, elogie cuando lo esperado es evidenciado en el actuar del niño o adolescente.

Sea constante, esto es lo que permite crear hábitos permanentes.

Cuando una conducta negativa se mantiene, se debe buscar la fuente, algunas veces esto sucede para llamar la atención y exigir tiempo de los padres.

Sea claro, hable solo lo necesario, evite dar sermones. Como dice el refrán “al buen entendedor con pocas palabras”.

Priorice las conductas, recuerde que los niños; son niños y los adolescentes; son adolescente. El adulto es usted, por lo tanto sepa cuáles batallas debe ganar primero, no se puede disciplinar en muchas áreas a la vez, pues se puede perder la constancia y la ruta trazada al tratar de abarcar mucho de una sola vez.

Procure hablar en positivo, evite los “no” en las oraciones.

Concéntrese en la acción inadecuada, no en el niño o adolescente. No avergüence a su hijo.

Utilice un tono agradable, apropiado, evite los gritos, amenazas, malas palabras y golpes.

 

Al disciplinar es relevante que usted como padre recuerde que:


Ejercer la autoridad no es sinónimo de perder el cariño o respeto de los hijos; al contrario, ceder a los llantos y berrinches puede mantenerlos momentáneamente contentos, pero a la larga se pierde la confiabilidad en los padres y se empieza a dar una conducta desafiante por parte de ellos. 

Sea cuidadoso con el nivel de exigencia, este debe estar equilibrado, para así poder disciplinar sin afectar la autonomía y seguridad de los niños y adolescentes. 

Recuerde que cada niño es único, por lo tanto la técnica de disciplinar que usó para uno, puede no servirle para otro; o bien, la misma técnica puede extinguirse y no dar resultados esperados, en situaciones diversas. 

Cuando discipline tenga presente que la palabra y el don de la comunicación, es una herramienta valiosa en el acto de disciplinar y que esto es más efectivo. Bajo ninguna circunstancia recurra al maltrato, esta no es una vía para disciplinar, pues esto genera como respuesta violencia, agresividad y una conducta desafiante.

 

Fuente: Reflexiones.noticiascristianas