Una de las principales causas del fracaso escolar de muchos estudiantes es la falta de motivación, algo que puede solucionarse fácilmente poniendo en práctica una serie de consejos que ayudarán a estimular a los más jóvenes.

El entorno más importante es el ambiente familiar, puesto que el hogar es el principal modelo de valores y conductas para marcar la educación de los más jóvenes. Muchos padres se habrán dado cuenta de que los niños y niñas copian muchos de los comportamientos de los mayores.

Leer un libro, el periódico, asistir al museo en compañía de los pequeños, incluso un concierto de música clásica especial para el público infantil son algunas de las propuestas más sencillas y efectivas.

Los padres que muestran entusiasmo en su trabajo y manifiestan curiosidad por descubrir cosas nuevas, transmiten las ganas de sus hijos de estudiar, y la importancia de la educación.

Enseñarles a buscar respuestas a sus preguntas, a participar en nuevas actividades y la satisfacción de un trabajo bien realizado fomenta estos estímulos educativos. No olvides que es fundamental pasar tiempo libre con los más pequeños.

Otro entorno también muy importante en la educación de cualquier niño es la escuela, donde el docente adquiere un papel primordial. Es fundamental acudir a las reuniones entre padres y profesores para conocer la situación del niño y sus necesidades.

La actitud del profesor no debe limitarse a transmitir el conocimiento sino que además debe hacerlo de una manera divertida, con énfasis y entusiasmo. Otra recomendación es llevar al aula información sobre el mundo real acerca de aspectos laborales y académicos que interesen a los alumnos.

Comenzar las clases con preguntas o datos curiosos puede sorprender a los jóvenes y animarles a descubrir más cosas. Proponer trabajos en grupo puede favorecer las relaciones entre los alumnos y valorar los beneficios del trabajo en grupo.

Cómo motivar y estimular el aprendizaje de los niños

13-12-2012