A partir de los 18 meses es aconsejable empezar a familiarizar al niño con el orinal. Sin embargo, hasta cerca de los dos años, el niño no será capaz de controlar sus necesidades. Es importante ver si el niño está preparado y respetar sus ritmos.
Hasta casi los dos años, el niño no tiene una percepción clara del estímulo. Y si la vejiga está hinchada, se vacía sin dar tiempo al pequeño a tener la sensación de plenitud. Por este motivo, imponer el orinal antes de esta edad no tiene sentido.
Para conseguir controlar los esfínteres, es necesario que su sistema nervioso alcance cierto grado de madurez. Pero, ¿cuáles son las señales que indican que ha llegado el momento?
Si el niño tiene una buena habilidad manual, pronuncia bien un cierto número de palabras, sabe subir y bajar una escalera y se concentra en un juego durante mucho tiempo, significa que ha alcanzado una buena coordinación psicomotora, gracias a la maduración del sistema nervioso.
El pañal de la noche y de las siestas
Cuando el pequeño empiece a conseguir sus primeros resultados, se puede intentar quitarle el pañal por la noche y durante las
siestas.
Es importante darle cierto margen al niño, porque todavía mojará la cama de vez en cuando. Le será mucho más fácil si hace pipí antes de ir a dormir y tiene una luz encendida
para levantarse de noche.
Las vacaciones, un buen momento para quitarle el pañal
En general, las vacaciones de verano son el momento ideal para quitarle el pañal al niño: los padres tienen más tiempo, y sonmás pacientes y tolerantes. Asimismo, el niño, libre de
ropa, puede usar el orinal más fácilmente.
Sin embargo, no siempre será posible programar el “adiós al pañal” para las vacaciones, no pasa nada. Lo más importante es la disponibilidad y la calma de los padres, que son fundamentales para que el niño de este importante paso hacia la autonomía.
Fuente: mibebeyyo