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Problemas de la vista en niƱos
19-12-2012
Cuando el bebé nace, ve borroso a su alrededor y empieza a desarrollar la vista en función de sus necesidades. Al principio ve definido lo que está a unos 20-30 centímetros de su cara. Y lentamente va ampliando su campo de visión. La agudeza visual de los niños no pasa del 0 al 100 de un día para otro.
Hasta los 6 años los niños no alcanzan el 100% de su visión. Esto no quiere decir que no existan problemas en la vista antes de los seis años, puede haberlos y cuanto antes los detectemos más posibilidades tendremos de corregirlos.
Se produce porque la córnea, la membrana transparente del ojo, tiene forma irregular.
- En qué consiste: Una parte de la imagen queda enfocada por delante del resto, tanto en los objetos cercanos como en los lejanos. Los pequeños con astigmatismo normalmente ven las líneas verticales mejor que las horizontales.
- Cómo detectarlo: En ocasiones los niños pueden girar la cabeza para mirar algo, ya que hay una parte de la córnea con la que enfocan mejor. No es fácil de detectar, a menos que el niño exprese que ve borroso o manifieste otras molestias.
- Tratamiento: Si el astigmatismo genera problemas en la visión, el tratamiento habitual son las gafas. Suele ir asociado a miopía o hipermetropía.
Ojo vago o ambliopía
Es muy importante diagnosticar el ojo vago en los dos primeros años del niño, porque pasado un tiempo la pérdida de visión no se recupera.
- En qué consiste: El ojo vago comienza cuando un ojo, o los dos, pierden un grado importante de visión. Puede estar causado por un problema de vista, por estrabismo o muy excepcionalmente por otras razones, como una catarata. Sin embargo, el auténtico problema de ojo vago se genera porque el cerebro, al recibir dos imágenes diferentes, la de un ojo y la de otro, acaba ignorando la imagen que ve mal. Poco a poco las vías que llevan información del ojo al cerebro dejan de funcionar por falta de uso, y el niño acaba dependiendo de un solo ojo para ver. Hasta los tres años de edad se puede reeducar al cerebro para que vuelva a ver por ese ojo, por eso es tan importante la detección precoz.
- Cómo detectarlo: Debemos prestar atención si el niño es prematuro o existen en la familia antecedentes de ojo vago, problemas de retina, miopías, hipermetropías o astigmatismos altos. Los signos de alarma pueden ser:
- El niño tuerce un ojo en ciertas ocasiones o cierra uno de los dos ojos para enfocar.
- Tiene dolores de cabeza o tortícolis.
- Inclina la cabeza a un lado para mirar las cosas.
- Hace guiños, se frota los ojos muy a menudo.
- Ya de más mayor omite palabras al leer o confunde las letras pequeñas.
- El tratamiento: Consiste en llevar gafas y parches. Aunque para el niño es molesto porque le forzamos a mirar por el ojo por el que no ve bien, es primordial seguir al pie de la letra las recomendaciones del oftalmólogo.
Miopía
Se descubre en la edad escolar, cuando los niños muestran dificultades para ver lo que hay en la pizarra, ya que hasta entonces su mundo se ha desarrollado al alcance de su mano.
- En qué consiste: La miopía implica ver bien de cerca y mal de lejos, debido a que la imagen, que debería formarse en la retina, se forma por delante de ésta. Esto hace que los objetos lejanos se vean borrosos. El niño puede tener una miopía baja (de 0 a 2 dioptrías), media (de 2 a 4) y alta (de 4 a 6). Con más de 6 dioptrías la miopía puede estar asociada a problemas de retina.
- Cómo detectarla: Suele dar los siguientes síntomas: el niño entorna los ojos a menudo para enfocar en la distancia; muestra preferencia por actividades que requieren visión cercana, y es posible que rechace otras al aire libre que requieran agudeza visual de lejos. Pueden confundir a personas conocidas cuando se hallan a cierta distancia.
- Tratamiento: La miopía se puede corregir con una operación con láser, pero no se puede practicar hasta que no haya terminado el crecimiento, es decir, al menos hasta los 18 años. Mientras tanto se hace un tratamiento con gafas cuya finalidad es que el niño consiga ver bien y evitar que la miopía aumente demasiado.
Hipermetropía
El niño ve bien de lejos y no tan bien de cerca. Suele diagnosticarse en la edad escolar.
- En qué consiste: La hipermetropía es lo contrario de la miopía: el niño ve bien de lejos y peor de cerca. Las imágenes se enfocan por detrás de la retina, por lo que los objetos cercanos no se ven nítidos.
- Cómo detectarla: A los niños con hipermetropía puede dolerles la cabeza al realizar actividades que le obligan a mirar de cerca durante mucho tiempo. Tras estas actividades pueden tener también los ojos cargados, los párpados rojos o torcer los ojos, por el esfuerzo que han hecho.
- Tratamiento: Las gafas son la solución habitual. Su uso dependerá de las dioptrías y de cuánto afecte la hipermetropía a la vida del niño. Este problema suele corregirse con el tiempo, si seguimos las indicaciones que nos ha hecho nuestro oftalmólogo.
Estrabismo
Decimos que un niño tiene este problema cuando uno o los dos ojos se desvían de los ejes oculares, es decir, cuando la mirada no está alineada.
- En qué consiste: Normalmente uno de los ojos se desvía hacia dentro o hacia fuera, pero también puede hacerlo hacia arriba o hacia abajo. Puede ser un problema de la musculatura del ojo: hay músculos que tiran más fuerte hacia un lado y el ojo se tuerce hacia allí, lo que repercute en la visión del niño, ya que el cerebro recibe dos imágenes diferentes y elimina una, lo que puede causar ojo vago. También puede ser secundario a un problema de visión o excepcionalmente el síntoma de una enfermedad sin relación con la vista.
- Cómo detectarlo: Los dos ojos no están alineados, y es posible que no se muevan a la par en la misma dirección. En los bebés puede haber un falso estrabismo: parece que el niño tuerce un ojo, pero no es más que un efecto óptico debido a la forma del ojo o del puente de la nariz. Ocurre también en los niños orientales. Pediatra y oftalmólogo son los responsables de diagnosticar correctamente un estrabismo.
- Tratamiento: Cuando el estrabismo está asociado a miopía o hipermetropía, las gafas pueden ayudar a corregir la desviación de los ojos, incluso totalmente en algunos casos. Otros niños necesitarán cirugía, que no se puede realizar con láser.
Fuente: Doctoras Fátima Borrás y Julia Escudero, oftalmólogas de la Sección Infantil del Hospital Materno Infantil de Málaga.