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Vivir la Navidad en familia y enseñar a los niños el valor de estas fiestas

23-12-2013
 
 
En la época navideña, en el tradicional canto de los villancicos. Risas, alegría, abrazos, solidaridad y generosidad desbordada, son algunos de los gestos que acompañan estos 31 días del mes de diciembre. Cuanto bien nos haría a cada uno de nosotros, y a nuestros semejantes, el vivir los 334 restantes como si fueran navidad!!

Más allá de las fiestas, las reuniones, los regalos y las demás tradiciones que unen las familias y generan en nosotros, de manera especial en los niños, una gran alegría, está la figura central de toda esta historia: Jesús . Él , humilde, pobre, Dios y Hombre, nos viene a enseñar que la verdadera felicidad está más en DAR que en recibir; nos enseña que la grandeza del hombre radica en el amor a sus semejantes, llámese esposo(a), hijo(a), padre, madre, hermano(a), amigo(a) o simplemente cualquier persona que, como Él , se reconoce humano...

Para vivir la navidad coherentemente, acorde con el acontecimiento que rememoramos, el nacimiento de Dios que se hizo hombre por nosotros , es de vital importancia tener presentes algunas ideas que generan una mejor vivencia de los valores propios de la navidad (la paz, la generosidad y el amor), de ésta forma enseñaremos a nuestros hijos y viviremos en familia él verdadero espíritu de esta maravillosa época.

- REZAR ...juntos en familia la tradicional novena al niño Jesús. Asistir a las ceremonias religiosas propias de ella, que alegran el espíritu y enriquecen nuestra vida familiar!!

- COMPARTIR ...una sonrisa, un abrazo, compañía para alguien que lo necesita, un obsequio hecho por usted mismo (por su hijo – hija), una tarjeta que exprese todos sus buenos sentimientos hacía esas personas que amas.

- DECORAR.. la casa en familia. Escoger un fin de semana para hacer de manera creativa el pesebre (de la manera más tradicional posible) y el árbol. Decorar de buenos sentimientos nuestro corazón.

- ESCRIBIR ...una carta a alguien a quien hace mucho tiempo no le decimos “Te quiero”. Una tarjeta “cargada” de buenos deseos para nuestros familiares, vecinos y amigos.

- ELABORAR... una lista de cosas positivas que logró cada uno de los miembros de mi familia: “el premio a la perseverancia es para..” “El premio a la alegría es para..”. El premio puede consistir en tarjetas hechas por usted mismo que se conviertan en un estimulo.

- REALIZAR. .. una tertulia familiar con los abuelos, para que cuenten anécdotas y recuerdos de su infancia en navidad. De esta manera las tradiciones familiares continuarán transmitiéndose de generación en generación.

- AMAR... a quienes nos rodean, de manera especial a nuestra familia , a pesar de las dificultades y obstáculos del día a día. Demostrar ese amor de manera especial en esta navidad!!

En resumen, que el  aprendizaje que pueden adquirir los niños durante la Navidad, sea el valor de la familia y de los amigos. Los padres deben dedicar algo de tiempo a para estar en familia. Enseñarles valores como la unión, la generosidad, la amistad, la alegría, la colaboración y cooperación, etc. ¿Cómo hacerlo? pues haciendo con que todos colaboren en las tareas que sostienen la Navidad: compras de regalos, adornando o decorando la casa, planificando la cena y la comida navideña familiar, jugando, contando cuentos, cantando villancicos, etc.

Es importante que los padres enseñen a sus hijos a agradecer y a decir "te quiero", a demostrar su amor sin vergüenza, a abrazar a los seres queridos. Nunca podrán agradecérnoslo lo suficiente. Por otro lado, el modo de celebrar la vida. Si no nos gusta que nos impongan cómo debemos celebrar las cosas buenas induciéndonos a comprar compulsivamente, a beber y a comer sin control, pensemos en cómo podemos celebrar con alegría y sana diversión, evitando también los excesos que nos llevan a dolernos física y económicamente de estas fiestas.

A la hora de la cena, también es importante concienciar a los niños que la mesa es un punto de encuentro y de unión, que nuestras relaciones sean amorosas y generosas con los demás. En definitiva, que el Adviento sea un tiempo de preparación previo para que nuestros hijos saquen todo lo mejor de la Navidad, momento de encuentro, una Navidad que nos ayude a comenzar el Año Nuevo con entusiasmo y optimismo, y no sólo de gastos económicos.