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Mi hijo muerde.. ¿Que hago?

09-04-2014
A partir de los dos años, el niño utiliza los mordiscos para expresar desacuerdo, malestar o nerviosismo. y se espera este comportamiento hasta los 3 años. 
 
A los dos años, los "no" de mamá y papá deben ser más decididos y es importante explicar al niño por qué los mordiscos son un comportamiento erróneo, procurando entender que hay motivos que empujan a tu hijo a actuar así. Sobre todo, ahora que el niño ya empieza a entender más y mejor las explicaciones.
 
A menudo, actitudes aparentemente agresivas nacen del temor a afrontar las novedades y es suficiente con estar más cerca de los hijos, más atentos a sus necesidades, para obtener en poco tiempo óptimos resultados. 

A veces, por el contrario, los mordiscos expresan cierta ansiedad, estrés o "necesidad de hacer",  incluso, desean llamar la atención porque no se sienten atendidos. En este caso, basta con dejar que el niño se desahogue, retirarlo del lugar, llevarlo al parque, a la piscina o llevándole por la tarde a que haga actividades lúdicas que le cansen, para ver cómo en poco tiempo desaparece esta molesta actitud.  

¿Cómo podemos corregir esta actitud?

 

 

- En primer lugar, al niño que muerde se le debe explicar que ese comportamiento no está bien. Para ello, es importante reprender al niño con un NO firme y decidido y no reir o alabar este comportamiento. En todo momento combine tener presente que a esta edad la capacidad de comprensión del niño es limitada.

- Permitir que el niño pida disculpas al niño lastimado.

Generalmente los niños que muerden, demuestran la Falta de habilidad social y comunicación adecuada, les cuesta expresar lo que sienten. Por lo que se recomienda sacarlo al parque o a lugares donde pueda socializar y jugar con otros niños, hablarle, leerle cuentos, de manera de facilitar su expresión oral y pueda comunicarse mejor.