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Las cuatro etapas del desarrollo del niño según Piaget

07-05-2014
El desarrollo de nuestro hijo nos preocupa en cada una de las etapas de su vida. Desde el momento de la concepción, queremos saber en todo momento cómo se está desarrollando el feto, si todo es correcto y si hay alguna complicación. En este artículo podrás obtener consejos e información acerca del desarrollo del bebé y del niño, desde el primer momento hasta que recibimos a la nueva vida entre nosotros. Un desarrollo normal y sano de los niños es crucial de cara a la salud y el crecimiento de nuestros hijos.
 
  
Piaget señaló cuatro etapas en el desarrollo del niño, que  presenta de forma muy sencilla y clara.  Consideramos que es una herramienta importante para los educadores y psicólogos, pero también para  los padres. Piaget fue un importante psicólgo evolutivo suizo que vivió en el  siglo pasado y que revolucionó el estudio de las etapas del desarrollo cognitivo de los niños ofreciendo, con ello, una base  en la que sustentar cualquier acción educativa. 
Quien estudia a Piaget nunca podrá contemplar a su hijo igual que antes y entenderá mejor como aprende y que puede respetarlo más  conscientemente, a través del conocimiento.Jean Piaget denomino a  su teoría, constructivismo genético. En ella explica el desarrollo de los conocimientos en el niño como un proceso de  desarrollo de mecanismos intelectuales. Su teoría se llama Constructivismo Genético y reconoce una serie de etapas que pueden generalizarse en los niños humanos. Al repasarlas, de nuevo, me pregunto si realmente nuestro sistema  educativo y los conocimientos que ofrece y el modo de transmitirlo no será contraproducente y exigirá a los pequeños habilidades prematuramente, impidiendo que su desarrollo sea  paulatino y coherente. Analizaremos estas cuatro etapas del desarrollo del niño según Piaget.
 
La teoría de Piaget,  trata de encontrar las pautas comunes en el desarrollo de la inteligencia de los niños, especialmente analizando como las estructuras de pensamiento van evolucionando en una secuencia lógica y bastante predecible si el pequeño no sufre de problemas de salud o traumas que la dificulten. Piaget distingue cuatro etapas en el desarrollo del niño. La lógica, la comprensión del yo como ser autónomo y en relación con el entorno, los conceptos de tiempo, espacio, cantidad y relación, forman en conjunto parte de un proceso evolutivo en sus capacidades y habilidades cognoscitivas.
 
La primera de estas etapas es la senso-motriz(0 a 2 años) y sucede desde el nacimiento hasta los dos años. En dicha etapa, a través del paulatino control de sus movimientos, puede el niño llegar al movimiento consciente y voluntario, que le hace realizar actividades dirigidas en su relación con el entorno. Al avanzar en su control motriz el niño se descubre como un ser  separado del entorno, diferente. Descubre su propia existencia y reconoce la existencia de los otros y del resto de los objetos y espacios.  En los primeros meses el niño apenas puede ser consciente de que  es un ser diferente a su madre, por eso cualquier separación de esa parte de si mismo le produce una enorme ansiedad, ante una situación que sus percepciones y conocimientos no le permiten discernir como segura. El niño comienza a explorar el entorno a través de sus sentidos y va descubriendo de forma natural que los objetos y las personas son otra cosa diferente a él mismo, asimilando sus propiedades físicas al tocarlos, chuparlos, olerlos y escucharlos. Aprende así que hay cosas duras y blandas, frias y calientes, con formas, texturas y sabores. Todo es muy nuevo y le lleva tiempo.
En esta etapa las personas con las que establece vínculos afectivos, su madre primero y otras que se suman poco a poco después, tienen una importancia enorme en su desarrollo no solamente intelectual, sino afectivo y emocional, pues son el referente que tiene para todos sus procesos y de quienes recibe, a través del contacto físico y las muestras de cariño, todo el reconocimiento de si mismo y del entorno.A medida que pasan los meses el niño responde a esas muestras de afecto con gran intensidad y su necesidad de contacto humano permanente y personalizado no disminuye en ese tiempo, siendo siempre de gran importancia para él tener cerca a esas figuras de apego. En esta primera de las cuatro etapas del desarrollo del niño según Piaget, es el afecto guia su aprendizaje y sus intereses, siendo el estímulo para los nuevos avances, siendo en esta etapa lo más importante el que el bebé tenga un ambiente seguro emocionalmente y adecuado para poder ejercitar sus sentidos y sus habilidades psicomotrices. 
 
 
El período preoperacional (2-7 años de edad) 
Conforme progresan el desarrollo de la imaginación y la capacidad para retener imágenes en la memoria, el aprendizaje se vuelve más acumulativo y menos dependiente. Piaget la denomina preoperacional porque el niño utiliza conceptos inacabados e incompletos que denomina “preconceptos” y el razonamiento está basado en la lógica unidireccional no reversible. En esta etapa aparece, a partir de la representación sensorio-motriz, la representación simbólica, que surge de la imitación interiorizada y que puede ser evocada en ausencia de las acciones que originalmente crearon las imitaciones.

Este proceso se conoce como “imitación diferida”, trae imágenes que son símbolos que el niño utiliza para su pensamiento preconceptual; los símbolos-imagen son un conjunto de acciones y hechos que se relacionan entre sí en forma personal y exclusiva.  El niño es capaz de utilizar esquemas representacionales para realizar actividades semióticas como representar un objeto, un acontecimiento, una función social a través de un significante diferenciado como el lenguaje y el juego simbólico. El lenguaje es producto de la función simbólica, es una variedad de la capacidad semiótica general, por lo que se subordina a la inteligencia.

La característica del pensamiento del niño es la lógica preoperacional egocéntrica por su incapacidad para considerar su punto de vista con el de otros; el razonamiento es intuitivo, a partir de percepciones estáticas –estado inicial y final- de algunas dimensiones como conservación, peso y número, sin lograr la comprensión de transformaciones.
En esta etapa los niños realizan tareas secuenciales como la construcción de bloques o la copia de letras; tienen una disposición limitada para trabajar o jugar en forma cooperativa con compañeros, para comprender reglas sociales, las nociones de justicia y el papel de las intenciones para distinguir las mentiras de los errores o la agresión de los accidentes.
Ejemplo. 6 años , se presenta al niño un conjunto de cuentas de madera, 18 de las cuales son marrones, y dos, blancas.
Adulto. ¿Qué hay más? ¿Cuentas de madera o cuentas marrones?
Niño: Más marrones, porque sólo hay dos blancas.
 
 
Estadio de las operaciones concretas(7 a 11 años de edad)
 
Una serie de operaciones concretas implica habilidades de clasificación para agrupar y reagrupar series de objetos. Por ejemplo, una colección de sillas, mesas, automóviles y camiones de juguete puede ser dividida en estos cuatro grupos pero también en dos grupos más grandes de muebles y vehículos. Los niños preoperacionales tienen dificultad para distinguir entre estos dos niveles de clasificación, en especial si se les hacen preguntas tales como ¿Hay más camiones o más vehículos? las cuales requieren que consideren ambos niveles de manera simultánea

Las operaciones concretas son reversibles, de modo que los niños cuyas habilidades de clasificación se han vuelto operacionales pueden manejar estas preguntas. Estos niños pueden invertir las combinaciones de subclases en clases más grandes (redividir los vehículos en grupos separados de automóviles y camiones) y pueden invertir las divisiones de clases más grandes en subclases (reacomodar los vehículos en un solo grupo). Además, pueden realizar estas operaciones de manera mental, sin tener que mover los objetos.

Otra operación concreta es la seriación —la capacidad para colocar objetos en una serie que progresa de menos a más en longitud, peso o alguna otra propiedad común. Los niños más pequeños proceden penosamente en las tareas de seriación debido a que tienen que hacer comparaciones por pares. Los niños operacionales concretos pueden "ver el panorama completo" y colocar diez o doce objetos en orden sin tener que comparar cada objeto con cada uno de los otros. Además, se confunden con menos facilidad por indicios engañosos. Si se pide a los niños preoperacionales que ordenen objetos del más ligero al más pesado, pueden confundir el tamaño con el peso y colocar mal objetos que son grandes pero ligeros, o pequeños pero pesados.

Conforme los niños se desarrollan a través de los años operacionales concretos, de manera gradual alcanzan conceptos de conservación — capacidades para distinguir los aspectos invariables de clases de objetos o acontecimientos, de los aspectos variables, los cuales pueden cambiar si los ejemplos son reemplazados o transformados. Estos conceptos proporcionan bases para las operaciones concretas paralelas usadas para razonar acerca de problemas de conservación.
 
 
Estadio de las operaciones formales(12 en adelante hasta la vida adulta).

El periodo de la operación formal comienza alrededor de los 12 años de edad y se consolida de manera gradual a lo largo de la adolescencia y los años de adulto joven. Su sello es la capacidad para pensar en términos simbólicos y comprender de manera significativa el contenido abstracto sin requerir de objetos físicos o incluso de imaginación basada en la experiencia pasada con tales objetos. 

Las operaciones formales son los conceptos lógicos y matemáticos y las reglas de inferencia usadas en el razonamiento avanzado, incluyendo el razonamiento acerca de ideas abstractas o respecto a posibilidades teóricas que nunca han ocurrido en la realidad.

Al describir las operaciones formales, Piaget hace referencia a las operaciones binarias usadas en la lógica proposicional y el "grupo INRC" (véase adelante) usado en álgebra. Las operaciones binarias son operaciones lógicas que se aplican a los intentos por sacar inferencias de pares de proposiciones.

 Las personas que poseen operaciones formales que funcionan bien pueden determinar la naturaleza e implicaciones lógicas de la relación entre las dos proposiciones (por ejemplo, si la primera es verdadera, la segunda no puede ser verdadera; si la primera es verdadera, la segunda debe ser verdadera debido a que es una implicación de la primera, etc.). También pueden usar estas operaciones para diseñar y sacar conclusiones de los
 
El periodo de operaciones formales también presenta desarrollos en la comprensión moral y social de los adolescentes. Las reglas llegan a entenderse como necesarias para la cooperación, la mentira se ve como mala porque rompe la confianza, la justicia se comprende en relación con las intenciones y las ideas acerca del castigo por las transgresiones sociales se basan de manera creciente en nociones de equidad .

 Sin embargo, mientras los adolescentes aprenden a apreciar la lógica y a aplicar criterios de lo que es lógico a sus juicios sobre las acciones sociales, a menudo lo hacen con una comprensión insuficiente de que el mundo no siempre está ordenado de manera lógica y las personas no siempre actúan de forma lógica.

 Esto puede dar por resultado un periodo de idealismo adolescente e interés en reformar a la sociedad, a menudo con soluciones simplificadas en exceso o de otra manera irreales. El idealismo de los adolescentes comienza a dar paso a un equilibrio más estable conforme continúan desarrollándose y comienzan a adoptar roles adultos, en especial cuando terminan su educación escolar y se integran a la fuerza de trabajo.