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Consejos para acostar a tu bebé

18-05-2014

Los pasos que sigas para acostar a tu bebé son importantes para asegurarte de que se dormirá en seguida, se sentirá cómodo y protegido, y no se despertará múltiples veces a lo largo de la noche. A continuación puedes ver algunos consejos para poner a tu bebé a dormir correctamente y sin riesgos.

En primer lugar, antes de acostar a tu bebé es recomendable realizar un ritual que le relaje y le predisponga al sueño. Esto incluye reducir la luz ambiental, actuar con movimientos pausados, hablarle suavemente, evitar los ruidos excesivos, no alterarle con juegos o estímulos, etc.

Asimismo, la cuna debe estar preparada, con las sábanas, mantita, etc.  Después de cambiarle para ponerle el pijama, puedes mecerle y acunarle un poco, pero intenta acostarle antes de que se duerma. De esta forma evitarás que se acostumbre a conciliar el sueño sólo en tus brazos.

Procura colocar al bebé con suavidad en la cuna para evitar la sensación de vértigo, que podría asustarle y provocar el llanto. La posición recomendada por los pediatras es boca arriba o de lado (si tiende a regurgitar). No le acuestes nunca boca abajo porque multiplica el riesgo de muerte súbita.

También es conveniente que los pies del bebé estén cerca de la base de la cuna, en lugar de colocarlo en medio. Así evitarás que se deslice por debajo de la sábana o manta. Además, si colocas el doblez de la sábana bajo sus axilas reducirás mucho las posibilidades de que se destape o la ropa de cama le acabe cubriendo la cabeza, lo cual podría provocar problemas para respirar.

Después de hacerle unos últimos mimos una vez ya está acostado en su cuna, sal suavemente de la habitación antes de que se duerma. De nuevo, esto te servirá para evitar que se acostumbre a dormirse únicamente cuando estás presente. Durante la noche, es aconsejable comprobar de vez en cuando que tu bebé no tiene frío o calor, no se ha destapado o movido en la cuna, respira con normalidad, tiene bien el pañal, etc. ¡Felices sueños!