Alejandra era una niña alegre, hasta que entró a la primaria. Su personalidad empezó a volverse más retraída e insegura. Ahora, está por terminar el primer grado pero no ha aprendido a leer ni a escribir, y tiene problemas con sus calificaciones. La maestra está pensando en la posibilidad de que Alejandra repita el grado; sus padres la han forzado a que estudie más, le ayudan a realizar sus tareas y a repasar antes de presentar los exámenes. A pesar de esto, a Alejandra cada vez le gusta menos ir a la escuela porque sus compañeros ya la catalogaron como la tonta de la clase.

Siempre que la maestra le pregunta sobre algo escrito en el pizarrón, nunca sabe dar una buena respuesta provocando que todos se burlen de ella. Todos estos problemas relacionados con resultados escolares le han afectado tanto que su comportamiento ya no es el mismo.

Hace poco sucedió algo que cambió su vida. Algunos médicos fueron a su escuela a revisar la vista de los alumnos. Les hicieron examen a todos para adaptarles lentes a quienes los necesitaran.

Esta visita fue una bendición para Alejandra, ya que al fin pudo ver claramente el pizarrón, a la maestra, a sus cuadernos y libros. Fue como si su mundo se le aclarara.

Sus padres, al conocer su necesidad, adquirieron de inmediato los lentes que su hija necesitaba. Antes de terminar el grado escolar, Alejandra ya había aprendido a leer y su futuro académico era más promisorio. Volvió a sonreír y a ser la niña que siempre había sido. Los problemas escolares pueden afectar la autoestima de un niño llevándolo a considerarse un tonto y fracasado.

Los problemas escolares pueden tener diferentes causas, la menos probable es que sea por baja capacidad intelectual. No podemos pedir que todos nuestros hijos sean los mejores alumnos, pero cualquier niño con capacidad normal, puede salir bien de sus estudios y llegar a ser un buen alumno.

El éxito escolar y su relación con la autoestima

19-05-2014