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¿Por qué mi hijo es tan inquieto?
13-06-2014
Muchas veces he escuchado y leído en diversos sitios: "Un niño de dos años es como una licuadora...¡sin tapa!". Y es totalmente cierto. Si tienes un hijo con dos años, estoy segura que sabes perfectamente a qué me estoy refiriendo.
Seguramente te preguntas por qué mi hijo es tan inquieto. Es probable que en el parque tu hijo no pare ni un segundo: sube y baja por el tobogán, quiere jugar con todos, si no juegan con él se enfada... Y es absolutamente normal.
A la edad de dos años es posible que observes que tu hijo aún está más inquieto de lo normal y su comportamiento ya no tiene unas pautas establecidas. Aún no tiene capacidad para comprender las reglas establecidas y posiblemente intente salirse siempre con la suya.
¿Cómo juega en el parque? ¿Has tenido que pedir disculpas a niños o padres por el comportamiento de tu pequeño? Es posible que existan días que cansada de pelear con tu hijo pienses "hoy es el último día que pasa", pero luego vuelve a suceder. ¿Es posible que se comporte mejor?
¿Por qué no para?
Primero, debes saber que tu hijo no es malo y no debes decirle nunca palabras descalificantes, tu hijo se porta así porque es normal a su edad y como madre, deberás entender por qué se comporta de este modo.
Tu hijo está descubriendo el mundo dentro de una etapa egocéntrica y posesiva, aún no sabe diferenciar claramente qué es lo que está bien de lo que está mal. No es que se comporte mal a propósito simplemente es impulsivo.
Para controlar este comportamiento imparable, te aconsejo que le enseñes normas y aprendas a hacer entender que la agresividad no es la solución a sus deseos.
Enséñale a comportarse mejor
Normas y límites
Para que un niño se sienta seguro necesita tener establecidas una serie de normas a las cual seguir, y estas normas se las deben marcar sus progenitores. Explícale 2 o 3 normas claras y sencillas para cada contexto.
Sin agresividad
Debe aprender a controlar la agresividad y para ello hazle entender que cuando pega a un niño le hace daño y tú también sufres. Si nota que te ha decepcionado y te ha entristecido pero que le das otra oportunidad de hacerlo bien seguro que no volverá a repetirlo.
Alternativas
Cuando veas por ejemplo en el parque que tu hijo está triste o enfadado porque quiere jugar a algo pero está ocupado, dale alternativas, por ejemplo: "Cariño el tobogán está ocupado pero vamos al balancín que ahora no hay nadie y después volvemos".
Compartir
Si cuando está jugando le quita un juguete a otro niño hazle entender que a él no le gustaría que le quitaran algo mientras está jugando y si lo quiere debe darle otro juguete suyo para compartirlo. Ya verás como poco a poco irá jugando más tranquilo y portándose mejor.
Ni gritos ni castigos
Y mucho menos hacerle lo que ha hecho él. No debes olvidar que aún sigue siendo un bebé y está aprendiendo poco a poco a comportarse mejor.
Ahora ya sabes las razones por las que tu hijo es tan inquieto, no es un niño mal educado ni tiene un problema de comportamiento. Su aparente inagotable energía forma parte de una etapa en la que está aprendiendo nuevas cosas. Con paciencia y tu amor de madre, muy pronto verás como su energía vuelve a ser la normal.
Fuente: María José Roldán tiene una diplomatura como Maestra de Educación Especial (Pedagogía Terapéutica) cursada en la Universidad de Barcelona (España) en la Facultad de Formación del Profesorado. Además, es licenciada en Psicopedagogía por la UOC (Universidad Abierta de Cataluña, España). Desde el 2008, trabaja en contacto con el sector educativo y brinda asesoramiento individual a padres y madres.