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Tips para fomentar la actitud positiva en los niƱos
09-09-2014
En un mundo lleno de negatividad, violencia y sufrimiento, es crucial tener una actitud positiva. Tener una te permite concentrarte más en lo que está yendo bien que en lo que no. Aunque no siempre podemos controlar lo que nos sucede, podemos controlar nuestras reacciones a lo que ocurre, y así desarrollar la fuerza para lidiar con los muchos retos de la vida. Es particularmente importante que los niños desarrollen actitudes positivas a una edad temprana. Si el pensamiento positivo se convierte en un hábito puede ayudar a calmar las presiones asociadas con el crecimiento.
Es conveniente ejercitar diariamente valores de:
- De la esperanza: “mañana iremos al parque de las ranas”.
- Del juego con esfuerzo: proponer a un niño de 5 años hacer mímica para representar a un animal y que los demás adivinen el animal propuesto.
- Del saber diferir las gratificaciones, conceptos claves que los padres deben trabajar desde que los niños son muy pequeños: “si eres ordenado y recoges tus juguetes…si no refunfuñas al irte a la cama…el sábado iremos de excursión”. Enseñar una meta de comportamiento y un premio por alcanzar la meta. Que se deberá siempre ofrecer y realizar. Esto enseñará al niño que para conseguir ciertos premios o éxitos o buenos resultados hay que saber esperar y trabajar con esfuerzo por alcanzar la meta.
Otras virtudes importantes a la hora de tener una actitud positiva ante la vida son:
- la autoconfianza sin egoísmo, “yo puedo ir a la fuente sólo; vosotros descansar”.
- la humildad, “ si tropiezo y me caigo se me puede romper la botella, iré con cuidado”.
Las personas con actitud positiva ante la vida, son las que consiguen disfrutar ante los desafíos de la vida y no destinan sus energías a dominar su entorno, familia o amigos, sino a encontrar una manera armoniosa de funcionar dentro de él.
Ejemplo vital: Para enseñar a los niños la actitud positiva ante la vida es preciso por parte de los padres transformar cada contratiempo en una oportunidad maravillosa, en un desafío vital frente al cual es preciso buscar soluciones alternativas al enfado y la frustración: “Tenemos un gran atasco en la carretera, ¿que les parece si paramos en este parque y jugamos un rato mientras se disuelve el tráfico?”. “Está lloviendo a mares, ¿qué les parece si buscamos una película divertida y dejamos la salida para mas tarde?”.
Trabajo diario. Quizás lo más interesante en la enseñanza de la actitud positiva en la vida es, por parte de los padres aplicarla en el trabajo diario, en casa, en el coche, de excursión, dar ejemplo de formas de convertir cada pequeño contratiempo en una experiencia nueva gratificante mientras se hace, aunque a primera vista no parezca fácil.
La actitud positiva ante la vida trata de cambiar la forma de percibir los contratiempos, de ver en ellos los desafíos que cada día nos depara, manteniendo claramente nuestras metas a través de ellos y aprendiendo de estas dificultades (retroalimentación). Por supuesto, hay experiencias y trabajos más propicios a una actitud positiva, y por ello, no sólo es importante cambiar nuestra forma percepción el trabajo sino también puede ayudar cambiar el trabajo en sí mismo para que cumpla esas características.
No relativizar los problemas. No se trata de no ser conscientes de la dificultad, del problema, de no ver sus consecuencias negativas. No se consigue nada minusvalorando la situación que se debe afrontar. La actitud positiva ante la vida, es positiva también en la delimitación del problema y de su verdadero alcance. Pero transforma nuestra percepción y lo que es un escalón lo convierte estímulo para saltar. Los problemas deben afrontarse buscando las mejores soluciones, pero eso no indica que debamos sufrir mientras el problema exista, pues, en la mayoría de los casos ese sufrimiento no sólo no conduce a la mejor solución, sino que impide llegar a ella.
¿Cómo enseñar a niños a tener actitudes positivas?
Instrucciones:
1- Enseña a tu hijo a controlar sus monólogos internos. Estas son las declaraciones que se repiten constantemente a sí mismos en sus cabezas, como "Soy muy malo en matemáticas. Nunca voy a aprobar esta clase". Ayúdales a reemplazar estas declaraciones negativas al declarar en voz alta, o en silencio "puede que sea difícil entender las matemáticas, pero seguiré intentando y pediré ayuda a otros, como a mis profesores, padres u otros estudiantes".
2- Recuerda a tu hijo que ser positivo o negativo sobre un evento que ha ocurrido en sus vidas es su elección. Enséñales esto usando un ejemplo, como "mantenerse enojado con alguien es como tomar veneno y esperar que la otra persona sufra".
3- Intenta crear un ambiente positivo en tu hogar al mirar películas divertidas, contar chistes e historias. Explica a tu hijo que, según TheCuteKid.com, simplemente sonreír y reír puede ayudar a cambiar la química de tu cerebro y hacerte sentir mejor.
4- Provee a tu hijo con mucho afecto en forma de palabras cariñosas, abrazos, besos, choque de manos o palmadas en la espalda.
5- Ayuda a tu hijo a desarrollar pasatiempos que sean buenos para incrementar su confianza. Puedes, por ejemplo, alentar a un niño que tenga una encantadora voz a tomar clases de canto para ayudarlo a desarrollar su habilidad un poco más.
6- Alienta a tu hijo a mantener un diario y llevar un registro de sus logros y decepciones. Cuando tu hijo experimenta una decepción, en particular, haz que reflexione sobre las lecciones que puede tomar como experiencia para no repetir el mismo error en el futuro. Elógialo por demostrar madurez y reconocer una lección y por tomar un enfoque proactivo ante sus errores, en lugar de lamentarse con ellos.
Equipo de Pekelandia