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Tips para enseñar a los niños a tolerar la frustración.

19-03-2015

Tolerar la frustración significa ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos vamos a encontrar a lo largo de la vida a pesar de las molestias que puedan causarnos. Por lo tanto, se trata de una actitud que puede trabajarse y  desarrollarse.


Aprendamos a tolerar la frustración de los más pequeños con unos consejos muy sencillos:

1. Dar ejemplo. Una actitud positiva por parte de los padres a la  hora de afrontar las situaciones adversas es el mejor ejemplo para que los hijos aprendan a buscar soluciones a sus problemas.

2. Cambiar la frustración por aprendizaje. Las situaciones complicadas son una buena oportunidad para que el niño aprenda cosas nuevas,  las retenga y pueda afrontarlas por sí mismo cuando se vuelvan a repetir.

3. Enseñarle a ser perseverante. Si el niño aprende que siendo constante encuentra soluciones, sabrá controlar la frustración en otras ocasiones.

4. Educar en la cultura del esfuerzo. Enseñar el esfuerzo como vía resolutiva de sus fracasos.

5. No darle todo hecho. Facilitarle la opción de que alcance sus retos por sí mismo, de manera que pueda equivocarse y aprender de sus errores.

6. No ceder ante sus rabietas. De lo contrario, aprenderá que esa es la forma más efectiva de resolver los problemas.

7. Marcarle objetivos. Hay que enseñar al niño a tolerar la frustración poniéndole objetivos realistas y razonables.
 
Hay formas positivas de hacer frente a estos sentimientos que provoca la frustración:

1. Enseñarle técnicas de relajación.Todos nos enfrentamos a las situaciones adversas de una forma más positiva si estamos relajados.

2. Ayudarle a descubrir y nombrar los sentimientos. De esa manera sabrá identificarlos y lo que debe hacer para abordarlos.

3. Reforzar las acciones apropiadas del niño. Es importante elogiarlo cuando retarde su respuesta habitual de ira ante la frustración y
cuando utilice una estrategia adecuada.

4. Modificar la tarea. Animar al niño a identificar una forma alternativa de alcanzar el objetivo.

5. Ayudarle a identificar el sentimiento de frustración cuando aparezca.

6. Enseñar al niño a que aprenda a pedir ayuda, aunque también a que encuentre una solución primero.

7. Representar papeles. Se puede jugar con el niño a interpretar una situación frustrante o animarle a que hable consigo mismo
de forma positiva y busque una manera de resolver el problema.

8. Actividad física: La actividad física proporciona una salida para la energía negativa que conlleva el estar frustrado.

9. La caja de las habilidades: Mete en ella todo lo que tu hijo perciba como tranquilizante (puzzle, pinturas, plastilina…) y 
guárdala en un lugar seguro que pueda utilizar sólo cuando se siente frustrado.