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7 claves para detectar si estamos educando bien a nuestros hijos

10-06-2015
Cualquier padre, que se a preguntado, coincidirá conmigo en pensar  que educar bien a nuestros hijos no es nada fácil. A menudo no sabemos cómo reaccionar ante las miles de pruebas que nos ponen cada día y solemos tirar de nuestra intuición para solucionarlo de la manera más adecuada. Otras veces, simplemente repetimos los patrones de educación de nuestros padres: las amenazas, los gritos y las bofetadas. Incluso podemos llegar a ganar las batallas pero eso no nos asegura que ganaremos la guerra.

Es un reto y nos preocupa. Es evidente que cada vez son más los padres implicados que quieren dar la mejor educación a sus hijos y buscan para ello ayuda en las Escuelas de padres y madres o en los libros que se escriben sobre esto.  Pues bien, para medir si lo que hemos hecho hasta ahora nos lleva por el buen camino, les dejamos estas claves:

Ha dejado de tener rabietas

Las rabietas son frecuentes a los 3-4 años de edad. A partir de  entonces, si los niños siguen teniéndolas es porque no hemos sabido actuar. Si tu hijo ha dejado de tenerlas es buena señal, significa que ha aprendido a gestionar las frustraciones y a conformarse con un NO.  Recomendamos leer nuestro post Lo que necesitamos saber sobre las rabietas y cómo controlarlas.

Obedece con frecuencia

Que los niños te obedezcan no es tarea fácil. Necesita de mucha persistencia por parte de los padres. Horas y horas repitiendo las mismas órdenes una y otra vez, con paciencia pero con consistencia. Si tras estos esfuerzos, tus hijos suelen obedecerte al menos a la tercera, considéralo un éxito. Sobre todo si lo hacen en público obedecer cuando hay otros niños delante es más complicado.

Asume sus responsabilidades

En la base de una buena educación están las responsabilidades. En la medida que nuestros hijos crecen también deben crecer sus responsabilidades. Si ellos las asumen, aunque les cueste al principio, pero acaban por hacerlas suyas, has logrado el objetivo: que aprendan que en la vida siempre hay al menos 5 cosas al día que debes hacer aunque no te gusten.

Es capaz de compartir

Compartir los juguetes es el primer paso. Los niños pequeños, de hasta 3 años, no suelen hacerlo. Enseñarles que compartir es mejor porque siempre se gana es el objetivo. Se ganan amigos, se ganan juguetes, se ganan buenos momentos,…

Es agradecid@

Cuando a un niño le has dado siempre todo lo que desea, con frecuencia se muestra insatisfecho, juega poco con sus juguetes y siempre quiere lo que no tiene. Conseguir que un hijo agradezca lo que tiene y lo valore no es nada fácil y menos en una sociedad de consumo en la que los niños obtienen lo que quieren sin ningún esfuerzo.Si tu hijo es capaz de disfrutar de sus cosas y no se muestra caprichoso pidiendo siempre algo diferente (juguetes nuevos, chucherías, un plato de comida especial que luego no se come…) puedes sentirte orgulloso de cómo lo educas.

No te suele poner en evidencia en público

Muchas veces los niños aprovechan nuestra reticencia a reñirles en público para comportarse peor de lo que lo suelen hacer en casa. Cuando conseguimos que nuestros hijos dejen de usar estas artimañas y se porten igual de bien en público que en casa, hemos ganado una valiosa batalla.

No te engaña

Si tu hijo no suele usar estrategias para manipularte o mentiras para conseguir lo que quiere y suele ser sincero incluso cuando ha hecho algo que no era lo correcto, está claro que lo has educado según los principios del respeto y la comunicación en la familia. Debemos educar a nuestros hijos en un ambiente de confianza, en el que decir la verdad, aunque sea mala, siempre estará más valorado que el engaño y la manipulación.

 Equipo de Pekelandia