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¿Cuándo el bebé pasa a ser niño?

28-09-2015
Lejos de establecer diferencias entre bebés y niños, es cierto que muchas mamás y papás se han hecho esta pregunta ante la duda de si su pequeño continúa siendo bebé, o bien debe empezar a ser considerado como un niño/a. Es decir, a partir de cuándo se considera un niño.
 
Durante los primeros 4 meses de edad es común que al bebé sea considerado realmente con el nombre de recién nacido. Y a partir de los 4 meses es cuando comúnmente es considerado como bebé. Muchos especialistas y pediatras consisten en señalar que el bebé pasa a ser niño a partir del año, pero no por el hecho de haber cumplido un año, sino por los diferentes logros y habilidades que ha alcanzado en estos 12 meses.
 
Lo cierto es que durante estos primeros meses de vida, importantísimo en su crecimiento, el recién nacido aprende muchísimas cosas, a la vez que desarrolla muchas habilidades. Pero también es cierto que, durante estos primeros meses, el pequeño depende de la mamá para satisfacer sus necesidades.
 
¿Desde cuándo el bebé comienza a ser un niño?
 
Muchos especialistas y pediatras consisten en señalar que el bebé pasa a ser niño a partir del año, pero no por el hecho de haber cumplido un año, sino por los diferentes logros y habilidades que ha alcanzado en estos 12 meses.
 
En este sentido, por ejemplo, es habitual que en estos 12 meses haya adquirido la capacidad de haber aprendido cosas básicas, fundamentales en definitiva para poder desenvolverse en el mundo que le rodea. Por tanto, a partir del primer año de vida el bebé empieza a caminar poco a poco, etapa que suele ocurrir en torno a los 12 o 13 meses de edad, aunque es normal que pueda no ocurrir hasta los 15 o 18 meses de edad.
 
El pequeño desarrolla una mayor independencia, hasta que comienza a tener sus propias ideas con relación a aquello que desea, ya sea un juego, tipo de ropa que gusta vestir o colores con los cuales le gusta pintar entre otras muchas elecciones que ya es capaz de hacer todo.
 
A partir de los dos años el niño comienza a comprender muchas cosas como el éxito y la frustración cuando no obtiene aquello que desea.
 
Es normal que el niño por un lado abrace a su mamá primero y luego la empuje para que se retire, algo que debe tomarse como una necesidad de reafirmar su propia independencia y parte esencial e importante del proceso natural de crecimiento.
 
El mundo del niño cada vez se hace más amplio y con miles de cosas que llaman su atención y le despiertan interés, viniendo también la etapa de la imitación de aquello que hace el otro ya sea un niño o un adulto.
 
Así, comienzan a jugar a la pelota, a la mamá y otras situaciones que su entorno les provee apareciendo de esta forma la etapa llamada como de inteligencia pre-operatoria que a los dos años de edad lo lleva a realizar imitaciones con mayor exactitud que le permitirán luego hacerlo pero partiendo de un modelo que no se encuentra presente.
 
Asimismo, descubre la causa y efecto de las acciones y luego de mucho probar sabrá que si por ejemplo aprieta un interruptor que se encuentra en la pare la luz se encenderá y comienza a conocer los objeto por su nombre y los diferencia perfectamente.
 
También el espacio comienza a tener mayor comprensión y aprende a situarse en él con movimientos acertados, haciéndolo con exactitud. 
 
El desarrollo del lenguaje en algunos niños apenas comienza en tanto que en otros  es notable y comienza a unir el sustantivo al verbo formando oraciones coherentes pero que aún carecen de algunas preposiciones.
 
De todas formas, si el niño aún no habla y solo dice palabras sueltas no debe ser motivo de preocupación a esta edad ya que cada persona tiene su propio ritmo de desarrollo.
 
Pero en el caso de aquellos que ya hablan, los padres se sorprenderán porque también comenzarán las preguntas y existen niños que buscan respuesta a todo.
 
Esta es una etapa perfecta para utilizar juegos que lo estimulen como bailar, algo que le ayudará al niño a optimizar su motricidad y también a desarrollar una mejor comprensión del espacio. 
 
Los juegos con otros niños también fomentan su actividad psicomotriz, también son adecuados los juguetes de materiales livianos como gomaespuma, pueden ser pelotas de tamaño grande o un juego de bolos que hará que él deba derrumbarlos.
 
Los colores, números, animales, diferentes comidas, etc.,  pueden enseñarse al pequeño a través de imágenes cuyas palabras el adulto pronunciará en voz alta y clara para que el niño pueda repetirlas.
 
A esta edad también es sumamente divertido para los pequeños el pintar y armar algunos rompecabezas sencillos, para comenzar a desarrollar su motricidad fina.
 
Estimulación adecuada, dedicación y tiempo con el niño harán que esta etapa de bebé a niño sea reconfortante para él como para sus padres.