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Cómo formar Hábitos y Rutinas en los Niños?

15-12-2015
 
Los niños necesitan seguir una rutina para sentirse seguros y tranquilos en su ambiente. Esta rutina establece horarios, pero además Los hábitos repetitivos ayudan a construir un equilibrio emocional, que les proporciona un mecanismo importantísimo para su educación y para la construcción de su personalidad.   Algunas rutinas a formar pueden ser saludar, ordenar su cuarto, sus juguetes, y a medida que vaya creciendo, horarios para las tareas, de las comidas, de la hora del baño, la hora de acostarse, etc.

Beneficios de los hábitos y rutinas en los niños y bebés
 
Para que un niño se sienta seguro tiene que adquirir hábitos. 
 
2. Los niños no conocen el orden de las cosas cuando nacen, por lo que los adultos debemos enseñarles a organizar su vida mediante horarios estables asociados a rutinas, es decir, a través de actividades que se hacen todos los días de la misma manera.
 
3. Se repiten rituales que ayudan a que el niño vaya asimilando un esquema interno que convierte su mundo en un lugar predecible y, por lo tanto, seguro. 
 
4. La alimentación, sueño e higiene son los primeros hábitos que tienen que aprender los niños. "La rutina diaria es para los niños lo que las paredes son para una casa, les da fronteras y dimensión a la vida. La rutina da una sensación de seguridad. La rutina establecida da un sentido de orden del cual nace la libertad." (R.Driekurs) 

¿Qué son los hábitos y las rutinas para los niños?
 
- La rutina es una costumbre personal establecida por conveniencia y que no permite modificación, es decir, es inflexible; por ejemplo, colgar la bata en la percha antes de salir de clase. 
 
- El hábito es un mecanismo estable que crea destrezas y que además podemos usar para distintas situaciones: por ejemplo, abrocharse.  Según Antonia Fernández Gutiérrez  “Son costumbres, actitudes, formas de conducta o comportamientos que conllevan pautas de conducta y aprendizajes.
 
El hábito bien adquirido y usado nos permite hacer frente a los acontecimientos cotidianos”
 
- Los hábitos y las rutinas aportan un mecanismo importantísimo de constancia y regularidad y, por eso son fundamentales tanto para la vida familiar como la escolar. 
 
 
"Es muy importante el desarrollo de hábitos y rutinas en los niños, ya que les proporcionan seguridad, estabilidad y contención."
 
 
Hábitos y rutinas en los niños
 
En el desarrollo infantil integral, las rutinas y hábitos son elementos esenciales en su proceso de crecimiento.  Es cierto que las rutinas y hábitos son límites, pero también es cierto que todos los niños necesitan esos límites, ya que le proporcionan seguridad y confianza al saber que esperar dentro del hogar (un hogar libre solo les genera desconfianza e incertidumbre).
 
Todos los niños sin excepción necesitan que se les aplique límites, los cuales en este caso están representados por las rutinas o hábitos diarios, que a su vez le brindarán la posibilidad de ir desarrollando su sentimiento de responsabilidad a medida que los vayan incorporando.
 
¿A qué edad se les debe comenzar a enseñar hábitos y rutinas a los niños?
 
Esos hábitos y rutinas debemos comenzar a incorporarlos desde temprana edad. Si esperamos a formarlos, cuando tenga los 4 o 5 años, nos resultará una tarea mucho más compleja.
¿Por qué ocurrirá esto, si el niño está mas grande y comprende mejor? Pues la repuesta es sencilla, es mucho mas fácil incorporar buenos hábitos directamente desde pequeños, que esperar a la edad escolar y tener que remover malos hábitos para incorporar luego los buenos hábitos.
 
Tips para enseñar hábitos y rutinas
 
Ahora, la otra pregunta seguramente será ¿Y cómo los incorporamos? ¿Cómo hacemos para que aprendan esos buenos hábitos, modales y rutinas que necesitarán en el futuro para desenvolverse correctamente dentro de la sociedad? Pues simplemente, repitiendo una y otra vez los mismos, y principalmente de la manera en que los niños aprenden todo: copiando. Si queremos que los niños tengan buenos hábitos, los padres deberán ser los primeros ejemplos de los mismos.
 
También resulta positivo explicarle la razón de las acciones, porque es bueno lavarse las manos antes de comer, cepillarse los dientes, bañarse, como influyen estas tareas en la salud, etc. En un comienzo será positivo ayudar al niño a realizar los mismos, para que luego comiencen a realizarlos solos.
 
Algunas rutinas a formar pueden ser saludar, ordenar su cuarto, sus juguetes, y a medida que vaya creciendo, horarios para las tareas, de las comidas, de la hora del baño, la hora de acostarse, etc.  La clave para todo esto es la constancia, la paciencia y la repetición. Tanto los hábitos como las rutinas, pueden tardar algunos meses en incorporarse, pero no por eso debemos decepcionarnos o pensar que es una tarea imposible.   Es claro que en algunas ocasiones deberemos ser flexibles y adaptar las rutinas a las necesidades del niño, sobre todo a medida que vaya creciendo, y sus actividades y horarios puedan ir cambiando.
 
La tarea no será sencilla, pero los hijos son total responsabilidad de los padres, y si queremos que sean futuros integrantes de una sociedad, deberemos acompañarlos durante todo su crecimiento, con amor, tolerancia y sobre todo, con la conducta ejemplar de los padres.
 
 
Fuente: María Algueró, educadora infantil 
Experta en Atención Temprana