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Fomentar el habla de los niƱos...

01-05-2012

Actividades divertidas para fomentar el desarrollo del habla de tu niño

 

Si tienes un niño pequeño, es probable que muchas veces no entiendas lo que te quiere decir. Una de las mejores formas para ayudarlo a comunicarse mejor, es escuchándolo. Es importante que converses siempre con él y le hagas preguntas para que así tenga muchas oportunidades de expresarse. 

Los niños aprenden de diferentes maneras, es por eso que aquí te ofrecemos algunas ideas para fomentar el 
desarrollo del habla de tu niño, de acuerdo a su estilo de aprendizaje. Pero ten en cuenta que tu niño se puede beneficiar de todas las actividades. 

Aprende al escuchar 

Habla siempre con tu hijo. Cuéntale esa historia interesante que leíste recientemente en el periódico. También le puedes describir una conversación que tuviste con un colega del trabajo. Cuando vayan al supermercado, explícale lo que estás comprando. 

Es importante que te acostumbres a describirle tus tareas cotidianas. Si estás lavando ropa, por ejemplo, puedes decirle: “Cuando la ropa esté seca, la vamos a doblar y luego la guardaremos en el armario”. 

Tal vez te parezca que tu niño no te está prestando atención. Sin embargo, está asimilando tu vocabulario y la estructura de tus oraciones. Esto le ayudará a conectar las palabras con los conceptos. No te sorprendas cuando esté platicando con su amiguito y repita algo que dijiste en una de tus recientes conversaciones telefónicas. 

Haz preguntas. Es recomendable que le hagas una pregunta amplia a tu niño como “¿Qué hiciste en el parque?”, para que de esa manera te ofrezca varios detalles. Evita hacerle preguntas como “¿Te divertiste en el parque?”, ya que te sólo te responderá con un sí o un no. 

Dale la oportunidad de describir lo que hizo en el parque y escúchalo con entusiasmo por más insignificantes que te parezcan algunos detalles. Aprovecha y disfruta de la conversación de tu pequeño ya que en un abrir y cerrar de ojos, tendrás frente a ti a un adolescente mudo. 

Grábalo cantando una canción o contando un cuento. A tu hijo le encantará escuchar su propia voz cuando sale de un “mágico” aparato electrónico. Además le fascinará cuando lo escuchen otras personas. Guarda esas grabaciones; en unos años tú y tu hijo se divertirán al escucharlas. 

Relean su libro favorito. Intenta, esta vez, hacer una pausa en los puntos importantes para dejar que él termine las oraciones. O cuando 
le leas la historia, bríncate algunos detalles claves para ver si está poniendo atención. Si al pequeño algo no le suena correcto, es probable que te corrija. 

Aprende al ver 

Graba a tu hijo mirando un libro o contando una historia. Para hacer esto aún más divertido, pídele que se disfrace como uno de los personajes del cuento y que actúe una escena. Pon el video y véanlo juntos. Pídele que hable acerca de su actuación. Y no te olvides de elogiar su capacidad de hablar. No le llames la atención si no pronuncia correctamente algunas palabras. El objetivo es que se sienta cómodo hablando frente a otras personas. 

Sugiérele que te describa un video o un show de televisión. A los niños les encanta hablar de cosas que conocen y disfrutan. Una de las maneras más fáciles de entablar una conversación con tu niño, es preguntándole sobre lo que está pasando en su programa de 
televisión favorito. Programas como Plaza Sésamo yBlue's Clues están diseñados para que los padres participen. 

Pídele a tu hijo que te cuente un cuento usando un libro ilustrado sin palabras.Esta actividad no sólo desarrollará su capacidad de hablar sino que también sentirá que está leyendo, aunque no pueda reconocer ninguna palabra. Un buen libro para esta actividad es Good Night, Gorilla (Buenas noches gorila) de Peggy Rathmann. 

Aprende con el movimiento 

Vayan de paseo. Vayan al bosque y lleven una cajita para recolectar tesoros (plumas, piedras curiosas y hojas de colores). Cuando lleguen a casa, pídele a tu hijo que describa “sus tesoros” a la familia: su color, forma y tamaño. También puede explicarles para qué sirve cada objeto. 

Jueguen a “la hora de los cuentos”. Éste, es un juego divertido para toda la familia. Por ejemplo, tú puedes comenzar a narrar una historia (“Había una vez un dragoncito que vivía en una cueva”), y tu niño puede continuar y describir la próxima oración. 

Deja que tu hijo diga lo que quiera en cualquier momento, y si no puede inventar toda una oración completa él solito, ayúdalo haciéndole preguntas como “¿De qué color era el dragón?”, o “¿Tenía hermanos?”. Anota o graba todo lo que diga cada persona. 

Pídele a tu hijo que te cuente una historia simple y escríbela. Puedes ayudarlo haciéndole preguntas acerca de un evento específico, como su fiesta de cumpleaños. Si no incluye detalles importantes o dice algo que no entiendes, pídele que te lo explique. 

Cuando te describa algo, repíteselo de otra manera (“¿Así que todos tus amiguitos vinieron a festejar contigo?”). Así se dará cuenta que puede describir el mismo evento de diferentes formas. 

También le puedes sugerir que haga 
dibujos que describan la historia. Una vez que termine los dibujos, puedes formar con éstos un pequeño libro. Saca el libro de vez en cuando y pídele a tu niño que te cuente la historia otra vez. 

 

Fuente, Babycenter