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Los cimientos de una buena educaciĆ³n emocional

24-09-2012


Para educar las emociones, advierte la doctora Céspedes, los padres tienen un tiempo acotado con sus hijos: los primeros 15 años de vida. De los 0 a los 7 años deben implantar normas, y de los 7 a los 15, imponer límites.

- Si hacemos las cosas de esa manera, todo resulta tremendamente fluido, y muchas veces, aunque el niño sea difícil, no es necesario castigarlo - explica.

Las normas son inamovibles, no debieran ser más de cuatro o cinco, y deberían implantarse con fuerza a partir de los dos años de vida del niño. La más importante de todas es el respeto. El problema que ve en los padres, dice la especialista, es que éstos esperan hasta muy tarde para exigírselas al niño, y también se las imponen sin respeto.

- Esto ocurre, por ejemplo, cuando golpeamos al niño porque dijo una palabrota. El niño dijo algo sin respeto, pero el padre también lo trata sin respeto. O le grita. O lo trata con violencia.

Los límites, por su parte, pueden consensuarse con los niños, pero en ningún caso se pueden transar.

- Si a un niño de 11 años se le dice que puede ir a una fiesta sólo hasta las 12 de la noche, es sólo hasta las 12. Si el niño insiste tanto en querer volver más tarde y la mamá dice: me tienes cansada, ya bueno, vuelve a la hora que quieras; si rompe una vez el límite, ya nunca más podrá imponer un límite. En eso falla la mayoría de los padres: aplican límites según su estado de ánimo. Cuando la mamá está de buenas, es mucho más permisiva, y cuando está de malas, es mucho más castigadora. Y para qué decir los papás: los niños le miran la cara y saben como viene, si les va a permitir hacer todo, desde prepararse una pizza arriba de la cama, hasta prohibirles todo y mandarlos a la cama a cada uno con un correazo. Eso es un error tremendo.

Para los padres, hacer el cambio y modificar estas actitudes no es algo que ocurra de un día para otro. Es un trabajo consciente de meses, en los que se debe trabajar por crear un "clima emocional" seguro, donde, describe, los niños sean respetados por igual, donde haya una aceptación incondicional, los padres expresen su afecto en actitudes y palabras, y sobre todo exista comunicación afectiva.

- Los padres deben identificar estos factores y proponerse, por ejemplo, trabajar un factor cada dos semanas. Primero, trabajar el tema de la aceptación incondicional: cambiar la frase hijo, ¿cómo puedes ser tan tonto..?, por hijo, has hecho una tontería. Luego, el respeto: mirarme al espejo, y ver cómo lo trato. Un mes después voy a trabajar comunicación afectiva, y para eso voy a tener que estudiar, ya que requiere mucho trabajo práctico de entregar amor a los niños. Luego, hay que darles oportunidades de crecimiento personal a los hijos.

Otro factor importante es enseñarles a resolver creativamente sus conflictos.

- Por ejemplo, un niño que en marzo llega contándole a la mamá que tiene una profesora antipática: Mamá, yo no la voy a tolerar, porque es gritona, nos amenaza con llevarnos a la inspectoría, la mamá tiene que decirle que todos tenemos cosas negativas. Que, por ejemplo, escriba un papel con una rayita al medio y ponga en él las cosas negativas de su profesora, pero también las positivas, y que ella le enseñará a agrandar las cosas positivas, y achicar las malas. Tiempo después, quizás, el niño descubra que la profesora jefe también es la profesora de educación física, y que por ahí pueden hacerse amigos. Eso es resolver un conflicto. La vida está llena de conflictos y necesitamos ser flexibles y tolerantes.

La educación emocional en el colegio

"El colegio, tal como los padres, también debería ser un agente de educación emocional en los niños. Sin embargo, en la mayoría de los casos no ocurre así. "El principal responsable de la falta de educación emocional en la escuela es el desgaste emocional de los profesores", acusa la doctora Céspedes. 

El peor educador emocional en la escuela es el profesor deprimido "por todas las razones que sabemos: malos sueldos, aulas atestadas. Y el segundo factor que influye es la falta de conocimiento de sicología del desarrollo, que los profesores aprenden en la universidad de forma muy teórica. Muchos llegan con un total desconocimiento del púber y del adolescente, y el profesor educa de manera intuitiva. Se entiende que el niño va a aprender conocimiento y cultura y eso es un error garrafal, porque el niño va a aprender como persona, y el colegio debe intervenir en lo emocional".

Un tema aparte es el bullying que se produce al interior de los colegios. 'Se les pide a los colegios que resuelvan el problema, y los responsables del bullying no están en la escuela, sino fuera de ella. Es la educación emocional autoritaria y castigadora, y la violencia intrafamiliar, además de los programas y juegos de video violentos. El victimario es la casa, y la víctima el colegio", dice la neurosiquiatra.

Otro tema relacionado "Educar las emociones para la vida"  ver en  
http://www.pekelandia.com.py/educar-las-emociones-educar-para-la-vida-d50

Fuente:El Mercurio - Revista Ya