Cerrar Ventana

¿Cómo tratar a las hematomas y moretones de los niños?

03-10-2012

Todos estamos siempre propensos a sufrir cualquier golpe, sea por una caída o una herida. Los bebés, especialmente

cuando empiezan a ponerse de pie, a gatear o dar sus primeros pasos, son muy proclives a sufrir caídas y

consecuentemente a presentar contusiones o chichones.

Aunque muchos moretones no duelan y se curen por si solos, merecen un cuidado, especialmente si va acompañado de alguna incisión en la piel o herida. Un moretón es doloroso cuando suele tener color rojo. Cuando cambia a un color más violáceo o azul, empieza a ser menos doloroso, y cuando se está curando se pone de color amarillo o verde.

En el caso de que el bebé o el niño solo presenten moretones (sin heridas), se puede aliviar y disminuir la hinchazón, y evitar inflamación, con algunos consejos:

1- Lo primero, aplicar compresas o una bolsa de hielo al local del golpe. También se puede usar un paquete de algún producto congelado, durante periodos de 10 a 15 minutos, para reducir el dolor y la inflamación de la contusión. Para un bebé, lo mejor es enrollar un cubo de hielo en un paño o toalla antes de ponerlo en contacto con su piel. Para distraerle, nada mejor que contarle un cuento o cantarle la canción que más le guste. Recitarle la rima Sana sanita, colita de rana, si no se cura hoy, se curará mañana, no estaría nada mal en estos momentos.

2- Tras la aplicación de hielo en el moretón, si el golpe sigue molestando al pequeño, se puede aplicar una pomada con propiedades anti-inflamatorias, para aliviar el dolor.

3- El día después del golpe, se puede aplicar en el área afectada, paños calientes para ayudar a dilatar los vasos sanguíneos y así mejorar la circulación de la sangre en el local.

4- Aparte de todo eso, también se conoce algunos remedios caseros para aliviar los moretones como: aplicación de vinagre de manzana, de huevo crudo o de hojas de árnica.

5- Es muy importante que los padres no magnifiquen las molestias de los hijos por el golpe que han sufrido. Los niños necesitan sentirse seguros y arropados cuando se caen o resbalan y sufren algún golpe y no un "te lo dije" . Los padres deben centrarse en la curación y en pasar seguridad a sus hijos. No hay nada que no se cure con una buena dosis de cariño, de abrazos y besos. y explicarles el peligro con sus consecuencias de realizar ciertas maniobras.

Fuente: GuiaInfantil